
16 Nov Rejuvenece 10 años siendo tú (I)
CAPÍTULO 1:
Llevo muchos años dedicándome al rejuvenecimiento facial y tengo muy claro que lo que hay que hacer es mitigar el paso del tiempo en esa cara que tengo frente a mí de una forma natural, sin cambiar la expresión, la personalidad de ese rostro; reponiendo solamente eso que se va perdiendo: hidratación, elasticidad, pérdida de volumen….
Si algo horroriza a esos hombres y mujeres que trato diariamente es que no coincida la imagen que uno tiene de sí mismo con la imagen que vemos todos los días en el espejo.
Mi experiencia a lo largo de todos estos años me ha permitido contactar con muchas personas que me expresan sus sentimientos sobre las situaciones que les hace vivir esa sensación del paso del tiempo y la realidad es que todas esas personas que pasan por la consulta coinciden en la misma pregunta:
¿Es posible rejuvenecer un poquito mi rostro, pero sin que me lo note nadie?
El médico que se dedica al rejuvenecimiento facial, aparte de conocimientos, controlar todas las técnicas, tiene que ser hábil con las manos y ser un “artista”. Hay que tener “gusto”, mirar ese rostro y no solo tratarlo pensando en el presente más inmediato sino también en el futuro.
No utilizar una técnica porque sí, porque se ha puesto de moda, sino que se debe utilizar solamente si realmente esa persona lo necesita.Utilizar buenos productos; la mayoría de los pacientes que acuden a mi consulta y que ya han sido tratadas previamente no saben ni los productos que llevan en esa cara; lo cual puede ocasionar un problema para el paciente y para el médico que le trata; ya que pueden existir interacciones entre productos y esto puede ocasionar reacciones adversas a la larga.
Como podéis ver, soy una persona que tiene la necesidad de controlar todos los elementos que pueden jugar un papel determinante en el buen resultado de mi trabajo y en el mantenimiento del estado de salud de mi paciente. Mi vocación me hace ver con gran pulcritud la gran necesidad de cada elemento para mi paciente, y por ello creo que tener los mejores medios es fundamental para conseguir el mejor resultado.
Tiene que haber una proporción, un EQUILIBRIO en ese rostro que tratamos; una boca exagerada, unos pómulos demasiado marcados rompen ese equilibrio.
La belleza no reside en la exageración, sino en la armonía. Es preferible dejar una arruguita, pero que ese rostro desprenda frescura, naturalidad y armonía.
Recordad que en el cuerpo todo tiene que estar equilibrado; lo que no puede ser es que la cara aparente diez años menos y después mires las manos de esa persona y aparenten quince años más.
El rejuvenecimiento facial es un tema que me apasiona y voy a intentar en los próximos artículos mostraros los pasos a seguir y los tratamientos más adecuados según la edad para conseguir vencer el paso del tiempo.
Dra. Mª José A. Rocha
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